Algo habrá en el agua de beber en el Valle de San Luis y eso que todavía no funciona la extranjera “Minera San Xavier”, conocida coloquialmente por los habitantes de la región como “Minera Muerte”.

De otra forma no podemos explicarnos por cuál motivo a diario existen actos desquiciados totalmente y que nos entretengamos con banalidades, mientras grupos de impresionante poder conspiran contra intereses fundamentales de toda la banda.

Sólo porque el agua esté contaminada con alguna sustancia que nos ha hecho enloquecer podemos explicarnos que nuestras autoridades hayan elevado a rango de protohombres de nuestra cultura al “Señor de las Palomas” y a “Juan del Jarro”.

No salgo de mi asombro ni me recupero del disgusto de atestiguar cómo es que nuestra ciudad es gobernada con tanta frivolidad, sin un mínimo de sentido común y no digamos filosófico de cómo debe administrarse la cosa pública.

Expuse a un joven estudiante mi indignación por este hecho de convertir los centros simbólicos de nuestra cultura en una especie de estantería de monitos Marinela o de Castillo de Walt Disney, con personajes tipo Goofy o Mickey Mouse.

Por donde vamos, no me sorprendería, le dije, que mañana veamos unos monos perpetuando la presencia de “Don Lalito el de las Empanadas”, de “La Venadita Barberena” o de “Guampole” en alguna esquina o plaza de la ciudad.

Cuando él contrargumentó y cuestionó por qué no podría ser así, puesto que eran personajes populares, entonces confirmé mis sospechas de que algo han echado al agua de las tuberías. Aunque también reflexioné si no será que voy en contra.

Quizás tenga razón al decir que “Guampole” sería más digno ejemplo de nuestra civilización que una enfermera, un educador, un médico, un escritor, un filósofo que hicieran algo más en sus existencias que dejarse defecar por las palomas.

Mis valores han estado invertidos y por eso mismo soy un loser. “La Venadita Barberena” ese sí que es un personaje, como el “Señor de las Palomas” o “Juan del Jarro”, a quien por cierto la enferma imaginación considera taumaturgo.

(Entre paréntesis referiré que algunas personas, atrapadas en la conciencia mágica, iniciaron a poco de plantado el mono de “Juan del Jarro”, un acto de fe y devoción a ese vago que seguramente escandaliza ya a las cúspides eclesiásticas).

A diferencia de algún pintor que embarró lienzos con garabatos incomprensibles, “Guampole” debería tener igual un sitio en ese exhibidor de monitos Bimbo que los chicos “Ex a Tec” que gobiernan clavan en los mall de las plazas públicas.

Si el “Señor defecado de palomas” tiene un sitio en el mismísimo corazón de la cultura y la historia potosina es porque no hemos tenido un solo personaje de ciencias, artes o virtudes con suficiente merecimiento para granjearse nuestra devoción.

(También aquí entre paréntesis les contaré que ya la noche del pasado jueves 23 alguien puso una cartulina a los pies de esa estatua, donde pedía disculpas a las palomas por no llevarles maicito, pues los gobiernos panistas lo habían dejado en la miseria).

Esto de convertir en protohombres a curiosos e inofensivos personajes la inauguraron Horacio Sánchez y quienes gobernaron con él esta tierra de guachichiles. Hoy la perfeccionan seguidores del no movimiento como virtud ciudadana.

Quizás desde ese gobierno ya el material de la tubería había envenenado el agua de la ciudad, como dicen sucedió en tiempo de los romanos, quienes bebían en vasos de plomo. De otra forma no pueden explicarse sus destrampes.

Si Calígula hizo senador a su caballo, Sánchez transformó a su cuate “Guampole”, compañero de tremendas borracheras, en una especie de figura mitológica. Sucedió su muerte en su mandato y ordenó altares en los patios de los edificios públicos.

Para informar con amplitud quién era “Guampole” y evitar un acto de injusticia contra su memoria, ofreceré los siguientes datos que quizás ayuden a sacralizarlo. Aquella voz “Guampole” fue degeneración de un sofisticado nombre: “Jean Paul”.

De hecho su nombre bautismal era “Juan Pablo”. Entre otros sitios extravagantes, vagaba entre los pasillos del edificio ocupado entonces por la Alianza Francesa. Por eso, este curioso personaje dio en presentarse como: “Jean Paul”.

Socarrones como son los amigos, le llamaron “Guampole”, como sonaba aquella expresión en español. Sus únicos merecimientos eran ser sibarita, vago, estrafalario y estruendoso. Creo que jamás escribió una simple solicitud de empleo Printaform.

Vestía pantalones de terciopana púrpura o plúmbago, chalecos ridículos y camisas de Rigo Tovar, ocasionalmente metía su cabeza en un sombrero y apoyaba sus piernas en un bastón de cabeza labrada. Su risa sólo era un “ja” estruendoso.

Si alguna relación tenía con el arte, aquella consistía en que disfrutaba de los círculos de bohemios. Eso de bohemia es andar de parranda, mientras unos cantan rolas de José José o recitan un cursi poema del “Declamador sin maestro”.

Como vemos, ningún mérito artístico, intelectual o humanístico tenía “Guampole” que le hiciera merecer las grandes pompas fúnebres que le promovieron sus amigos en el gobierno Sánchez, como fue su altar en pleno patio de Palacio de Gobierno.

De modo que ahí encontramos el antecedente más cercano a la política de privilegiar el no movimiento como virtud ciudadana y crear una inmensa atmósfera ambient con monitos que si no hubiesen nacido los hubiera inventado Walt Disney.

Creo que existe toda una intencionalidad en esa política de elevar a categoría de cuasidioses a personas por su único mérito de dar comida a las palomas o tirarse a vegetar en una banqueta con un pocillo.

Es signo de que quienes gobiernan ponen como ejemplos paradigmáticos a cuantos habitamos aquí a personas intrascendentes o inofensivas, no a escritores, músicos, poetas, médicos, filósofos, maestros, luchadores sociales o defensores humanos.

A ellos no porque son dementes, peligrosos, agitadores que sólo pretenden desequilibrar el orden y la armonía que debe prevalecer en sociedad para resolver nuestros problemas, como desempleo, injusticia, depredación ambiental, marginación.

Quizás sea cierto que debemos seguir por la línea del no movimiento para que nuestra ciudad sea un impresionante museo de monigotes que representan a personajes que solamente nos dieron motivo para carcajear o para alimentar fantasiosas.

De la propuesta que ya hicimos de incluir en esta atmósfera ambient de algo que sería la ciudad de lo increíble a “Don Lalito el de las Empanadas”, “Guampole” y “La Venadita Barberena”, sumamos a los siguientes, luego de un sondeo en calles y cafés.

Allí tenemos a “La Loca Suley”, “El Doctor Monroy”, “La Maltos”, “El Señor de la Cobija”, “La Dama Enlutada”, “El Gallo Maldonado”, “La Llorona”. Y todos ellos por citar algunos casi convertidos en leyenda.

Nuestra ciudad no sólo tendría reconocimiento de la UNESCO como patrimonio cultural de la humanidad por sus edificios que hoy más bien son mamparas de escenografía. El perfomance estará completo con nuestros personajes de looney tunes.

Puede ser que sea yo quien esté bebiendo de un pozo envenenado.

Colectivos: Soya, Jugo Gástrico, Mugre Kombativa Radikal; estudiantes, movimientos contraculturales e individuales jóvenes.

Compañeros y compañeras:

Queremos iniciar comentando que agradecemos que se preste atención a la palabra de nosotr@s l@s jóvenes, porque se nos hace importante señalar que si no comenzamos la lucha desde ahora, nadie daría continuidad al movimiento que hoy día se está generando para lograr un mundo más justo.

Siempre se ha dicho que l@s jóvenes somos el sector menos conservador de la sociedad, y eso que se dice que San Luis Capital es una ciudad muy conservadora; y si en realidad es así, nos da esperanza pues representamos al sector más numeroso de la población de este país e incluso somos concientes de que las identidades juveniles trascienden las fronteras de los Estados, es por eso que nos quieren domesticar con la enajenación que la dinámica del capitalismo genera y nos implantan modas que enmarcan nuestra desobediencia en los mismos límites que el sistema nos está ofreciendo para seguir.

También se dice que l@s niñ@s y l@s jóvenes somos el futuro, y la desilusión se hace presente cuando sabemos que ese futuro es cada vez más incierto y vislumbra a una profunda crisis en el mundo, social y ambientalmente. ¿Cuál futuro compañer@s? Si todo se lo quieren acabar ahorita para obtener cada vez más riqueza, concentrada en menos manos y a costa de lo que cueste, llámese explotación, degradación ambiental, despojo, guerra y miseria. Riqueza que nuestros padres y nuestros abuel@s han generado.

En realidad, a los señores del poder no les importamos más que para aportar nuestros votos cuando seamos mayores de edad, para sustituir la mano de obra en las explotadoras fábricas que no dan ni las condiciones básicas para vivir medianamente bien; o nos lanzan como carne de cañón para defender los intereses de los ricos, como actualmente le pasa a la juventud engañada de los Estados Unidos que milita entre las tropas imperialistas invasoras en Oriente y que muere diariamente.

Reconocemos la dimensión del problema cuando sabemos que todo se desarrolla de manera global e incide en lo local, y lo vemos en situaciones concretas como cuando los ricos han querido trastornar nuestra memoria histórica al instalar una minera que viene a destruir el Cerro de San Pedro, y atenta contra nuestra salud al contaminar con cianuro. Cuando vemos cómo el único lenguaje que entienden los políticos es el del dinero y algunos jóvenes nos traicionan y se venden, como pasó con los “dirigentes” estudiantiles en la última seudohuelga contra el aumento de la tarifa del transporte urbano.

Y sabemos que no nos toman en cuenta, o ¿Cuándo se ha escrito una historia de la juventud o de l@s niñ@s? Nos quieren dejar sin identidad, como los productos que se fabrican para satisfacer necesidades impuestas por el capitalismo, por eso vemos que es fundamental concientizar la cultura y no repetir los errores que ya se han cometido.

Necesitamos reconocer que somos producto de procesos sociales que se han venido desarrollando en la historia y queremos recuperar nuestra memoria histórica, nuestra identidad, como los otros jóvenes; a quienes nos juzgan de rebeldes y radicales para sustentar la represión y la estigmatización en nuestra contra; sin embargo, dejamos en claro que si lo somos, pues la desobediencia a cualquier figura de autoridad significa obedecerse a uno mismo y eso hace que nos sintamos libres, que nos sintamos viv@s.

Vemos como el sistema nos fragmenta, nos va individualizando a un extremo que nos hace olvidar el sentido de colectividad, de la tolerancia y la solidaridad, vemos como gente de los nuestros son engañados, son esclavizados y se vuelven inconscientes, sin sensibilidad. También se nos segrega, los medios masivos hacen que perezcamos “minorías negativas”, se nos trata mal, por nuestra forma de vestir se nos asocia al vandalismo, se está prohibido ser como nosotr@s, los señores de la represión nos humillan de manera vil en la calle, se quieren poner por encima de nuestra dignidad. Recordamos como por mantener el “orden”, los asesinos de arriba han callado los reclamos de aquellas generaciones de 1968 y 1971, nos acordamos de la represión del 28 de mayo de 2003 en Guadalajara, del asesinato de Carlo Guilianni en Génova, de Brad Will en Oaxaca, de Alexis en Atenco, de Nicolás Neira en Bogotá en 2005. Ni olvido, ni perdón.

Las universidades simulan serlo, ni son tan públicas ni gratuitas, como la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, que no olvidamos el pasado martes que hicimos unas pintas en el campus oriente en la cual una decía “No a la censura en la UASLP” y que a las pocas horas censuraron. El punto es que la educación se está privatizando, y cada vez se restringe más el acceso a las universidades a un reducido grupo de la población, universidades como la UASLP permiten ejemplificar claramente como trabajan los intelectuales utilizando la ciencia a favor del sistema, y como hay una incapacidad de integrar a los estudiantes a que realicen sus servicios sociales en programas de ayuda social, los cuales son casi inexistentes y ponen en evidencia la falta de vinculación, que se supone que la universidad debería tener con la sociedad.

En la UASLP, como en otras tantas universidades públicas del país, se otorgan apoyos, becas, patrocinios, premios, etc. siempre y cuando, como estrategia de comunicación social, aparentemente no existan fuertes cuestionamientos ni críticas en la manera en que son conducidas las instituciones educativas y el país; mientras tanto el estado se mantiene entre aquellos de mayor atraso en el bienestar social y distribución de la riqueza, y la vinculación al campo de trabajo es limitada a aquella que conviene a los intereses de los grupos de poder regional, funciones desempeñadas por egresados que demostraron enorme desempeño en la lógica de la competitividad, como en el mercado, frente a sus demás colegas.

Sentimos la necesidad de un considerable desarrollo intelectual, y las escuelas son instrumento para la domesticación, ahí también está prohibido pensar por uno mismo, se enseña a permanecer como esclavo. El sistema educativo del país está en decadencia, debemos cambiarlo, terminar con los viejos dogmas, con la regla “del premio o el castigo”. La educación debe formar ciudadanos, hombres libres. Hacemos un llamado a tod@s l@s maestr@s comprometid@s, a los estudiantes secundarios y prepos, a formar un frente común a favor de “otra educación”, y que en sentido simbólico escojamos un día para parar todas las escuelas, colegios, institutos y universidades del país, y salir a la calle a recordarle al gobierno que sabemos que mantiene al pueblo en la ignorancia porque así puede aprovecharse más fácilmente de la gente pobre.

Sentimos que lo que ahora pasa en el país, es que las oportunidades cada vez son más limitadas y que la corrupción abunda. Vemos como la clase política se han dedicado a vender al país para asegurar su bienestar y el de sus familias, ellos son los principales saqueadores de la patria y no les importa asesinarnos. La situación es producto de un mal gobierno, uno que rinde culto al capital y mantiene vivo un sistema que nos está destruyendo y nos hace sentir que vivimos en decadencia, como si la vida no tuviera cosas valiosas.

Como joven y estudiante, a lo máximo que podemos aspirar es a ganar menos del salario mínimo, l@s que trabajan son explotad@s, y l@s que trabajan y estudian se rompen la madre, y a veces no tienen suficiente tiempo como para obtener por excelencia una de las escasas becas con las que quieren controlar a los estudiantes del país; y no tod@s están bien alimentados ni tienen buena salud; no tod@s tienen vivienda digna y si criticamos o protestamos nos segregan y desprestigian. Nuestro arte lo consideran basura, se burlan de nuestra forma de ser y expresarnos, se nos aplica la cultura del cangrejo cuando demostramos que podemos salir adelante.

Vemos que la juventud se va quedando dormida, que se vuelve apática, que ya no le interesa hacer nada, que también está controlada y los medios masivos le imponen opiniones de poco sustento argumentativo, pero que defienden ciegamente. Que se quedan enajenados y se les instala el modo de vida occidentalizado, el que el capitalismo crea. Porque justamente eso es lo que se quiere lograr por medio de relaciones de poder hegemónico, que los grupos dirigentes ejercen a través de complejos instrumentos de control, que legitiman su ideología como dominante. Y que es hora de iniciar una resistencia contra ello.

Para luchar en contra de todo esto queremos hacer crecer un movimiento de verdadera resistencia, de otra cultura pues; fomentar un movimiento de redes, multicultural, unido y solidario; porque ya hemos reconocido a nuestro enemigo: el sistema neoliberal. Pero aquellos que lo sostienen tienen nombres y apellidos, ellos allá arriba, en la burocracia, en los puestos públicos, se enriquecen de lo que nos roban a l@s de abajo, y son lacayos al servicio del capital, al servicio de quienes se han proclamado los dueños de todo; son sirvientes leales como Marcelo de los Santos Fraga, Elba Esther Gordillo o Felipe Calderón Hinojosa.

Ahora vemos la necesidad de organizarnos, una búsqueda de la justicia y la libertad de la que carecemos la gente sin poder, queremos dar un empujón a la retroalimentación de lo que han llamado contracultura, la “otra cultura” como dicen en la Otra Campaña; y generar estilos de vida viables para no continuar con la lógica del capitalismo. Debemos realizar nuestros sueños: crear alternativas tangibles de autonomía, estrategias de sobrevivencia en colectividades, romper la hegemonía; pues no queremos ser emancipad@s por el Estado y sus instituciones, queremos liberarnos de ellas. Necesitamos reapropiarnos de la riqueza que genera la explotación a la que han sido sometid@s nuestros padres y salir adelante con nuestras familias; formar estrategias contra el sistema de partidos políticos; tratar de ser autogestivos para no depender de las transnacionales.

Necesitamos con todo esto crear una identidad simbólica del joven, romper con la enajenación y la apatía con espacios atractivos que llamen a la reunión, donde nuestr@s valores queden representados, donde la identidad se conserve y nuestra cultura prevalezca. Necesitamos espacios que permitan nuestra reunión y nos lleven a crear, a decidir y tomar acciones por mejorar nuestra situación. Tomaremos los espacios si es necesario, haremos colectivo lo que Estado quiere privatizar, no dejaremos que limiten nuestra libertad de expresión y si lo hacen atacaremos como protesta los signos materiales que refieren al poder, cada quien a su manera, combatiremos con arte, visualmente, musicalmente; volveremos a desafiar al gobierno. Fomentaremos una identidad rebelde, conciente con el medio ambiente, activa, crítica, pues hoy más que nunca vemos la necesidad de contar con alternativas al sistema, y no sólo criticar sino resolver nosotr@s mism@s, de una vez por todas, las carencias que en la cotidianidad nos aquejan, como la salud, la alimentación, el techo, el vestido, el calzado, la educación, etc.

Por eso hemos decidido organizarnos en la Otra Campaña, en la cual nos sentimos parte, pues se nos quiere dar nuestro lugar y no sólo manipularnos, como a las juventudes que apoyan a los partidos políticos, al Instituto Potosino de la Juventud, a la Federación Universitaria Potosina, a Espacio, al Muro y al Opus Dei, o que de plano marcha entre la policía y el ejército.

Queremos organizarnos para empezar a crear estrategias de lucha. Que deseamos acercarnos a la demás gente como nosotr@s, que sus males tienen la misma raíz, queremos interactuar, conocer y que nos conozcan. Nos comprometemos como juventud para defender los ideales de nuestra organización, haremos brigadas combativas, de ayuda solidaria; que canalizaremos nuestras energías a la acción, a la praxis, a volver a soñar con cambiar al mundo, cosa que siempre nos han dicho que nunca hagamos. Vamos a caminar contra el dogmatismo y la cerrazón.

Expresamos nuestra necesidad de desarrollo intelectual, para el sustento científico de nuestras estrategias y planes de acción, y que l@s intelectuales de la Otra estén dispuestos a compartirnos su conocimiento, y seamos una organización autodidacta, y ya después vayamos y tomemos nuestras escuelas y universidades, nuestro patrimonio.

Nunca más un mundo sin nosotr@s. Nunca más otro joven reprimido, asesinado, abandonado. No más saqueo de nuestra herencia, ni más degradación de nuestro ambiente. Nuestra contracultura debe seguir siendo la alternativa de un estilo de vida diferente al que tiene la cultura dominante, conformista, consumista en exceso, con un sentido de la vida tan vacío y cegado por la indiferencia, con una forma de vida a la cual, tod@s aquell@s rebeldes no pertenecemos.

Seguimos puño en alto. ¡Libertad!

¡Juventud es momento de despertar!

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