¡TERROR! ¿Quién le cree a Denise Maerker?
¡Uy! ¡Que miedo! Si llega López Obrador a ser presidente no va a haber libertad de prensa…. ¡que horror!…más o menos es lo que dijo la nueva actriz de Televisa, Denis Merker, en su papel de “periodista” para las novelas que a diario se presentan en la prestigiada productora de televisión en forma de noticieros. Según la destacadísima periodista, es preocupante que López Obrador haya dicho al dueño de Televisa que estará atento a los contenidos que se publiquen en sus telenovela-noticieros.
A Denis Merker le preocupa el futuro, si, pero ¿qué hay con el presente? ¿No ha denunciado Reporteros Sin Fronteras que México es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo (real, no el de Televisa)? ¿No existen diferentes reporteros de verdad desaparecidos actualmente? ¿No existen todos esos reporteros muertos desde 2000 en México? ¿No el actual presidente ordenó a un juez que fallara en favor de su esposa en la demanda que puso contra una periodista de verdad como Olga Wornat? ¿No un juez, exigió que se re escribiera el capítulo de un libro que la misma Wornat escribió sobre la corrupción de los niños Bribiesca? ¿No acaso Televisión Azteca se adjudicó ilegalmente una señal televisiva con el aval de presidente Fox? ¿O fue otro presidente? ¿O todo esto no sucedió en ESTE SEXENIO sino que sucederá en el próximo, donde gobernará ¡terror! López Obrador? ¿Quién le cree a Denise Merker? ¿Quién le cree a una actriz que trabaja para el gobierno de la República, es decir Televisa?
Como la señora Merker no lo dice en su telenovela, nosotros si: aquí están datos de como, los verdaderos periodistas, no los del gobierno, no los de Televis y Azteca, padecen a diario en este, EN ESTE SEÑORA DENISE, SI EN ESTE SEXENIO, y no en el que podría (¡terror!) ser el de López Obrador.
México - Informe anual 2005
Con tres profesionales de la información muertos, 2004 se recordará como un año negro para la libertad de prensa, marcado por un recrudecimiento de la violencia contra los periodistas, por parte de los carteles de la droga que asolan el norte del país. Por otra parte, los medios de comunicación siguen en conflicto con algunos problemas legislativos, tales como la penalización de los delitos de prensa.
“Solo los asesinos saben cuando van a matar”, explica Jesús Blancornelas, director del semanario Zeta, para explicar el miedo de los periodistas mexicanos que trabajan en la frontera con Estados Unidos (ver entrevista). En esa zona proliferan los tráfico de todo tipo, y no faltan los temas tabúes. La ley la hacen los barones de la droga, a la cabeza de los carteles de Tijuana, el Golfo o el Milenario.
Por tercera vez en quince años fue abatido un empleado de Zeta, publicada en Tijuana (Noroeste). Después de Héctor Félix Miranda, director de la revista, al que mataron en 1988, y Luis Valero, guardaespaldas de Blancornelas, en 1997, unos asesinos a sueldo ejecutaron a Francisco Javier Ortiz Franco el 22 de junio de 2004, ante los ojos de sus hijos. Miembro fundador y editorialista de Zeta, era famoso por sus investigaciones sobre la corrupción y el cartel de Tijuana. Desde hacía pocos meses también formaba parte de una comisión de investigación, creada por iniciativa de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), para reabrir el caso sobre el asesinato de Héctor Félix Miranda.
La muerte de Francisco Javier Ortiz Franco, dado que era una figura de la prensa regional, provocó un shock en las filas de los periodistas mexicanos. Desgraciadamente no es más que un ejemplo del recrudecimiento de la violencia contra la prensa en 2004, después de varios años de respiro.
Este mismo año mataron a otros periodistas, por su trabajo : el 31 de agosto, Francisco Arratia Saldierna, en el Estado de Tamaulipas (Noreste), y el 28 de noviembre, Gregorio Rodríguez Hernández, fotógrafo del diario El Debate de Escuinapa (Estado de Sinaloa, Oeste). En el caso del primero, los investigadores han detenido a uno de los presuntos ejecutantes, un ex policía convertido en asesino a sueldo del cartel del Golfo, que habría confesado que el crimen era consecuencia de los artículos del periodista sobre el crimen organizado. En el segundo, también han detenido a un presunto ejecutante. La muerte del reportero estaría relacionada con algunas fotografías tomadas, en las que aparece el ex director de la policía municipal en compañía de un narcotraficante. Por otra parte, en marzo mataron a Roberto Javier Mora García, y Leodegario Lucas Aguilera desapareció en mayo, sin que se pueda relacionar con certeza la desaparición con su profesión.
Frente a la multiplicación de la violencia, las redacciones mexicanas han pasado de la indignación a la movilización. En un hecho sin precedente, cientos de periodistas se manifestaron el 11 de octubre, a través de todo el país, reclamando justicia para sus colegas. Entre otras cosas, pedían que las investigaciones sobre los asesinatos de periodistas se pongan en manos de la justicia federal, y no en la de los Estados, de la que sospechan que está corrompida, e incluso controlada, por los asesinos.
De hecho, en México existe una libertad de prensa a dos velocidades : por una parte la prensa nacional, cuya importancia parece dejarla relativamente al margen de la represión, y por otra los medios de comunicación locales y regionales, frágiles y aislados. En 2004, más de una treintena de ellos fue víctima de agresiones y presiones, no solo del crimen organizado, sino también de los cargos locales y policías, que todavía aceptan con dificultad su papel de contra-poder. Un problema que es consecuencia de un grave déficit de democracia a nivel local.
Pero, en México, los problemas de la libertad de prensa no se limitan a la violencia. Los medios de comunicación tienen también que vérselas con la penalización de los delitos de prensa y los atentados al secreto de las fuentes (ver recuadro). La reforma de estos dos puntos es, por otra parte, una de las exigencias de los periodistas que se manifestaron a principios de octubre. Para garantizar el seguimiento de estas reivindicaciones se creó el colectivo “Ni uno más”.
Desgraciadamente, la movilización no impidió que a finales de noviembre ejecutaran a Gregorio Rodríguez Hernández. Sin embargo, continúa siendo indispensable para que, un día, la libertad de prensa sea una realidad en el conjunto del territorio.
Balance de 2004
3 periodistas muertos
2 periodistas detenidos
15 periodistas agredidos
13 periodistas amenazados
10 periodistas citados para revelar sus fuentes
7 medios de comunicación atacados o censurados
México
3.04.2006 - Un año después de la desaparición de Alfredo Jiménez Mota, Reporteros sin Fronteras denuncia el estancamiento de la investigación
13.03.2006 - Asesinan a disparos a dos periodistas en veinticuatro horas
24.02.2006 - Angel Mario Ksheratto en libertad con fianza tras dieciocho días de cárcel
23.02.2006 - Reporteros sin Fronteras escribe de nuevo al fiscal especial encargado de luchar contra los ataques a periodistas
15.02.2006 - El caso de Lydia Cacho Ribeiro : revelado un presunto complot contra la periodista
8.02.2006 - Un periodista gravemente herido en el asalto a una redacción en Nuevo Laredo
23.01.2006 - Violencia policial contra un periodista : Reporteros sin Fronteras hace un llamamiento al gobernador del Estado de Sonora
23.01.2006 - Lydia Cacho Ribeiro consigue que deslocalicen su proceso
http://www.rsf.org/archives-es.php3?id_rubrique=60&annee=2006
Boicot TV
De orígenes y tendencias conservadoras, sin carisma ni propuestas atractivas para la ciudadanía, cuestionado por los tramposos manejos financieros usuales en el medio empresarial, Felipe Calderón Hinojosa es el candidato presidencial del oficialismo derechista, que pretende llegar al poder gracias al apoyo del gobierno mexicano, de la derecha internacional y de una costosa publicidad.
Nacido en Morelia, en 1962, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa es hijo de uno de los fundadores del PAN, Luis Calderón Vega, quien militó en organizaciones de la ultraderecha católica como la Unión Nacional de Estudiantes Católicos y la Unión Social de Empresarios Mexicanos, USEM.
En 1988 Felipe Calderón fue Representante a la Asamblea del Distrito Federal. De 1991 a 1994 fue Diputado Federal y como tal defendió muchas de las reformas derechistas de Salinas, en materia de política económica y de relaciones con el clero. En 1993 fue Secretario General del PAN, bajo la presidencia de Carlos Castillo Peraza, uno de los grandes aliados del criminal ex presidente Carlos Salinas de Gortari. En aquellos tiempos, Calderón reaccionaba enfurecido ante quienes criticaban las tendencias oscurantistas dentro de su partido y en especial los excesos “moralizantes” de los alcaldes panistas que se dedicaban a prohibir espectáculos, modas y revistas de contenido “obsceno”. Fue la actitud que ese año adoptó en una presentación de la revista Mundo, donde descalificó la investigación sobre los grupos ultraderechistas actuantes en su partido. Panistas como Calderón Hinojosa sabían perfectamente en ese tiempo del predominio en su partido de grupos reaccionarios públicos y secretos, nacionales e internacionales. Sin embargo, públicamente negaban esos hechos y atribuían tales señalamientos a la intención de desvirtuar al PAN y esto fue lo que hicieron en 1995 cuando personajes vinculados a tales grupos llegaron al poder en varios ayuntamientos de Jalisco.
También en 95, Calderón fue electo candidato a Gobernador del Estado de Michoacán. Su campaña prefiguró en sus principales aspectos la que ahora lleva a cabo para la presidencia de la República. En ese tiempo, como hoy, el panista encontró sus principales apoyos en grupos conservadores, jerarcas religiosos y empresarios.
La jerarquía católica de Michoacán recurrió a los Talleres de Fe y Política para apoyar a los candidatos panistas en las elecciones estatales de noviembre de 1995 y en vísperas de ellas, los feligreses podían leer en el interior de la Catedral Metropolitana un letrero de la Pastoral Salud y Vida y de la Pastoral Juvenil donde se les exhortaba a que antes de votar pensaran si su candidato era partidario de “la vida desde la concepción”, así como de la “integridad” de la mujer, de la familia y de la “moralización del ambiente”. Con esas consignas buscaban beneficiar al PAN y a sus candidatos, que se identificaban con ellas.
El 10 de agosto del 95, los obispos michoacanos habían estado difundiendo un documento de propaganda derechista cuyo título, más que elocuente, era “La Responsabilidad de los cristianos de elegir a favor de la vida”, pese a lo cual, no ganó Calderón las elecciones estatales.
El panista usaba, como lo hace ahora, una retórica basada en el insulto contra sus adversarios, a quienes en ese tiempo amenazaba en su propaganda con “amarrarles las manos” para que no saquearan el erario. Paradójicamente, los panistas que hoy gobiernan nuestro país, y en especial la llamada familia presidencial, encabezada por Martha Sahagún ha hecho gala de ilícito enriquecimiento, y a extremos alarmantes ha saqueado el país haciendo ostentación a la vez de un derroche vicioso e irracional que pone de manifiesto su falta de cultura y de sensibilidad. Actualmente, cuando se le cuestiona a Calderón sobre esos hechos, pretende desviar la atención insultando a líderes del PRD o del PRI, pero sigue beneficiándose del apoyo que le brindan los corruptos gobernantes panistas.
En 1996 fue electo Presidente Nacional del PAN para el periodo 1996-1999, cargo en el cual enfrentó críticas y conflictos por sus actitudes prepotentes y autoritarias. Por ejemplo, en 1997 se produjo una escisión en el panismo del estado de Sonora, en la cual el hoy presidente de ese partido, el ultraderechista Manuel Espino y Calderón Hinojosa se confabularon contra el dirigente histórico Adalberto Rosas. Luego de su conflictiva gestión, Calderón fue sustituido por Luis Felipe Bravo Mensa, quien al igual que el actual presidente del PAN pertenece a una organización secreta de la ultraderecha.
Desde 1998 ha sido vicepresidente de la Internacional Demócrata Cristiana (IDC), organización que reúne a muchos de los exponentes de las corrientes derechistas del continente: sean antichavistas, anticastristas, o personajes del conservadurismo católico, como la hoy candidata presidencial de Perú, Lourdes Flores, quien al igual que Calderón reivindica la moral sexual del catolicismo, a la vez que las prioridades plutocráticas. Si bien Flores usa el hecho de ser mujer para engañar al electorado haciéndole creer que es partidaria de la equidad de género, su campaña tiene similitudes con la de Calderón, como es el apoyo mediático que recibe, la elaboración de encuestas no creíbles y su distanciamiento de las preocupaciones populares.
Su oferta electoral
Calderón triunfó en la contienda interna del PAN para designar a su candidato presidencial gracias al apoyo que recibió de sectores clericales arraigados en ese partido, y que siguen siendo sus principales interlocutores, al igual que los grandes empresarios y banqueros.
A esos círculos, Calderón, quien encarna la alianza del conservadurismo católico con la derecha neoliberal, les ofrece todo tipo de privilegios, al grado de que en el escándalo del Hotel María Isabel, castigado por el gobierno capitalino por haber violado las leyes mexicanas en obediencia a dictados estadounidenses, el panista defendió los intereses de esa empresa extranjera e incluso sugirió que por ser tan importante no se le debería molestar.
Una de las principales consignas de la campaña de Calderón ha sido el combate a la inseguridad, entendida principalmente como la persecución policial contra los secuestradores y contra quienes cometan delitos contra la propiedad. Evidentemente, no es la prioridad para quienes carecen de empleo y de recursos, para quienes no han amasado fortunas mediante abusos comerciales o en el ejercicio de la política.
Calderón se dedica a adjetivar como “populista” a quienes, como Andrés Manuel López Obrador, subsidian la economía de las familias y personas más necesitadas, como los ancianos, a lo que Calderón suele argumentar falazmente que “no hay dinero” para hacerlo
La retórica de Calderón
Calderón ha insultado a los disidentes del neoliberalismo afirmando que “manipulan la información o tienen odio al progreso y son acomplejados”, y en lugar de reconocer los dramáticos problemas de pobreza y marginación que conlleva ese modelo, se dedica a insultar a los gobiernos de países como Cuba y Venezuela.
En el año 2000, cuando su partido enfrentó serias críticas por su pretensión de castigar el aborto en caso de violación, Calderón fue invitado a un programa de televisión y, cuestionado sobre el tema, respondió atacando a una lideresa priísta que en ese tiempo enfrentaba problemas legales.
En lugar de enfrentar las críticas por el apoyo que le brindó el derechista presidente español José Aznar, violando las leyes mexicanas, se ha dedicado a cuestionar un pretendido apoyo de personajes de Venezuela a la campaña de López Obrador. Pero, finalmente, la participación de Aznar dejó muy claro el carácter derechista del PAN, lo cual los dirigentes de ese partido se niegan a aceptar.
Y así, cuando en su campaña se le cuestiona sobre algún aspecto de su partido o del gobierno foxista, quiere salirse por la tangente insultando a alguien, con lo que parecería seguir la pobre escuela de su mentor Castillo Peraza, a quien tan desastrosos resultados produjo en 1997 en su campaña al gobierno de la capital.
Quizás esa retórica visceral esté tan arraigada en la forma de ser de Calderón que ni siquiera sea consciente ya de ella, el caso es que en una entrevista que concedió al periodista Carlos Loret de Mola en febrero de 2006, este insistió en cuestionarlo sobre sus relaciones con la familia presidencial y sobre los abusos que se les atribuyen.
En el primer intento de Loret de Mola, Calderón respondió atacando al gobierno de la ciudad de México porque según él no invierte en el Metro; en el segundo, contestó elogiándose él mismo con la frase de que tiene “las manos limpias” y se dedicó a cuestionar a Obrador, pero sin aludir siquiera a la pregunta del periodista; en un tercer intento, donde se le pidió responder “ya sin rodeos” , admitió que las autoridades deben investigar los hechos, pero a la vez sugirió que “si son inocentes y no hay pruebas que puedan fincar un caso legal, que también se les deje de molestar y de señalar sin fundamentos”.
Interrogado de nuevo acerca de su relación con Martha Sahagún, reconoció ser su amigo y conocerla “de hace muchísimo tiempo, desde que ella era pues simplemente una militante del PAN, en Zamora y luego en Celaya…” y al ser cuestionado sobre el destino que en su sexenio esperaría a Sahagún y a Fox, afirmó que ella ejercería su “liderazgo social” en Guanjuato y que Fox de dedicaría a cuidar su rancho, porque "el ojo del amo, engorda el caballo".
Es decir, Calderón intentó usar todos los trucos posibles para evadir preguntas comprometedoras y finalmente tuvo que admitir veladamente que él no cuestionaría a los Fox, por el contrario, les ofrecería impunidad para todas las irregularidades que pudieron haber cometido, a fin de que vivan tranquilamente en un rancho en el que, además, han invertido dinero del erario público.
Confiando en la protección que la Secretaría de Gobernación les está brindando a los panistas al hacer un uso selectivo de la información confidencial, Calderón reitera que él tiene las “manos limpias” de hechos de corrupción, pero son inocultables sus tendencias nepotistas así como beneficios que ha obtenido de la gestión pública, por ejemplo, favoreciéndose a sí mismo en la obtención de préstamos personales cuando fue titular de Banobras, sin cumplir siquiera con la antigüedad en el empleo para ello requerida.
Asimismo, Calderón al igual que Luis Pazos apoyaron desde el gobierno el otorgamiento de varios millones de pesos al Comité Nacional Provida, grupo ultraderechista que malgastó esos recursos, involucrándose en un problema legal del cual fueron sospechosamente exonerados por el gobierno foxista a principios de este año, a fin de complacer a sus bases ultraderechistas en el marco de la contienda electoral.
El hasta hace poco responsable de la imagen publicitaria de Calderón, y quien desempeñó el mismo papel en la de Fox, en el año 2000, Francisco Ortiz Ortiz ha sido señalado como uno de los millonarios producto del foxismo, a la vez que su demagogia ha resultado ineficaz para mejorar las expectativas electorales del panista, el escenario de una sociedad mucho más consciente del significado de los proyectos derechistas, por los cuales ha sido muy golpeada.
De acuerdo con evidencias difundidas por una estación de radio, Calderón ha recibido del sector empresarial mucho más dinero del que reconoce haber recaudado.
Nepotismo conservador
Dado su acendrado nepotismo, no es creíble la promesa de Calderón de que no caerá en el modelo foxista de la familia presidencial.
Hija del dirigente panista Diego Zavala Pérez, Margarita Zavala Gómez del Campo, esposa de Calderón, ha tenido un acceso privilegiado a la política partidista, de tal suerte que dispuso de una diputación plurinominal, privilegio que implica tener prácticamente asegurado el cargo sin tener que ganarse el voto popular.
También dirigente de las mujeres panistas, Margarita Esther Zavala se ha mostrado evasiva en algunas entrevistas que le han hecho luego de la elección de su esposo como candidato panista a la presidencia.
En una de ellas afirmaba que una de las primeras cosas que llevaría a la residencia presidencial sería la imagen de la Virgen de Guadalupe, a la vez que se declaraba decididamente antiabortista, como parte de “los principios y valores que tengo como persona, en los cuales, entre muchas otras cosas, se defiende el derecho a la vida”. Reiterando las consignas derechistas, afirmaba también que las prioridades nacionales son “la seguridad y el empleo”.
Al igual que los principales dirigentes de ese partido, de raíces católicas, Margarita tiene arraigadas concepciones conservadoras en temas como la diversidad sexual, el aborto y el uso de anticonceptivos, pero renuente a pagar el costo político que ellas implican, ante la prensa ha tratado de evadir esos temas.
Con una truculencia que no engañó a los medios, en mayo de 2003, Zavala negaba que en el PAN existieran temas prohibidos, pero a la vez evitó entrar en la discusión de temas como el uso del condón, palabra que no apareció en los proyectos de salud de la plataforma panista.
Juan Ignacio Zavala Gómez del Campo, cuñado del candidato panista, ha ocupado altos cargos como resultado del acceso de ese partido al poder, pues ha sido director de información de la presidencia, así como vocero de su partido.
Luisa María de Guadalupe Calderón Hinojosa, hermana de Felipe, es senadora plurinominal, y fue diputada por Michoacán. Juan Luis Calderón, hermano de Felipe, también ha sido diputado y cuando este era secretario de Energía, Juan Luis trabajó en la Comisión Nacional del Agua; luego de la renuncia de Calderón a su cargo, se incorporó al ayuntamiento de Morelia como responsable del Organismo Operador de Agua Potable y Saneamiento.
Gabriel Hinojosa, cuestionado ex alcalde de Puebla que a mediados de la década pasada acosaba a pordioseros, ancianos, prostitutas y sindicalistas, es primo hermano de Felipe Calderón, lo mismo que Guadalupe Hinojosa Rivero, ex funcionaria del Instituto Nacional de Migración en Puebla.