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22.3.05 

Lo último acerca de Aznar internacionalmente

Zapatero acusa al Gobierno de Aznar de hacer un «borrado masivo» de la información del 11 al 14 de marzo

Efe - Madrid.-

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró hoy que toda la información relativa a los días 11 al 14 de marzo que debía existir en Presidencia de Gobierno desapareció a causa de un «borrado masivo» ordenado por el anterior Ejecutivo, quien dejó la cuenta sin abonar. En la Presidencia del Gobierno «no había un sólo papel, ni un sólo dato en soporte informático; absolutamente nada en el Gabinete de la Presidencia porque se produjo un borrado masivo de todo», afirmó Rodríguez Zapatero en el Congreso de los Diputados ante la comisión de investigación sobre el 11-M.

El Jefe del Ejecutivo recordó que, en su intervención ante dicha comisión, el anterior presidente del Gobierno, José María Aznar, explicó que «había tenido innumerables conversaciones con el director del CNI aquella mañana, por tanto que recibió mucha información». «Pues bien, de esa información el presidente del Gobierno no ha encontrado constancia de nada en la Presidencia de Gobierno», dijo Zapatero, provocando que el portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, le interrumpiera asegurando que «porque no existe, no existe; pero es muy fácil ir a los archivos del CNI».

En respuesta, Rodríguez Zapatero se limitó a poner sobre la mesa una pila de documentos que, según dijo, eran «toda la documentación recopilada» por la secretaría general del PSOE del 11 al 14 marzo, «todas las comunicaciones, todos los análisis, todos los mensajes que se enviaron y las circulares que se remitieron». Por contra, subrayó que «de lo que pasó, se actuó, informó» en Moncloa; «notas que pudieron recibirse, reuniones que se celebraron, actas o decisiones no hay del 11 al 14 de marzo nada en el Gabinete de la Presidencia del Gobierno». Los anteriores inquilinos del Palacio de la Moncloa «sólo dejaron las facturas del borrado masivo para ser abonadas por la Administración Pública», aseguró Rodríguez Zapatero mostrando una nota de la subdirección general de informática, «que es la que textualmente habla de borrado masivo», precisó.

Además, Zapatero acusó al anterior Ejecutivo de haber practicado un «engaño masivo» desde la misma tarde del 11-M, ya que aseguró que tras la aparición de la furgoneta en Alcalá de Henares, «sólo hubo una línea de investigación», la que conducía al terrorismo islamista. «Nunca hubo una línea de investigación que apuntara a ETA», dijo Zapatero en respuesta al portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, a quien dijo que la única hipótesis de trabajo no la ordenó nadie sino que la establecieron los propios hechos. El jefe del Ejecutivo, quien subrayó que la manera en la que apareció el citado vehículo «tenía todas las características de una reivindicación clarísima» por parte de terroristas islamistas, insistió ante la comisión 11-M en que no había ningún elemento que apuntase a ETA y, pese a ello, el Gobierno del PP decidió mantener esa tesis abierta a través de las declaraciones de sus dirigentes.

Por otra parte, Zapatero reprochó al PP su «irresponsabilidad» por acusar al Gobierno de no investigar el 11-M, y parafraseó a su antecesor José María Aznar al decir que sus autores no están en desiertos ni montañas, sino «en Lavapiés, Leganés y Morata de Tajuña».

Ante la comisión, Rodríguez Zapatero acusó al PP de haber pasado del «engaño» a un intento de «confusión masiva», que, a su juicio, constituye una «irresponsabilidad grave», como lo es también, en su opinión, la afirmación que hizo Aznar ante los propios comisionados de que sus autores intelectuales no están en montañas ni desiertos lejanos. «Es verdad, ni en montañas ni en desiertos, los autores estaban en Lavapiés, en Leganés, y en Morata de Tajuña», aseveró el presidente del Gobierno, en referencia a los lugares de Madrid donde fueron detenidos o murieron los presuntos terroristas.

Además, hizo notar que «si alguien pone en duda algo en relación con los autores es que puede tener datos sobre los autores, y si tiene datos lo que tiene que hacer es acudir al juzgado», y advirtió que, si su pretensión es generar confusión, «que vaya a generar confusión a otro sitio porque los ciudadanos se merecen el esfuerzo de responsabilidad de todos».

Rodríguez Zapatero defendió las indagaciones efectuadas por las Fuerzas de Seguridad del Estado, cuyo papel elogió especialmente, y destacó que todas ellas concluyen por un lado que la autoría del 11-M es exclusivamente obra de radicales islamistas y por otro que no existe relación alguna entre sus responsables y ETA. El secretario general socialista hizo estas consideraciones durante el largo interrogatorio al que fue sometido en la comisión de investigación del Congreso por parte del portavoz del Grupo Popular, Eduardo Zaplana, después de que le preguntara si iba a impedir que se cerraran las indagaciones parlamentarias.

En su intervención inicial, el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, rechazó hoy la «insidia» de que los atentados del 11-M influyeron en el voto, atribuyó toda la responsabilidad de la acción terrorista a los islamistas radicales y propuso iniciativas como un pacto de Estado contra el terrorismo internacional que ampliará a la UE.

Tras recordar que ha habido quien ha atribuido un sentido u otro a los atentados del 11 de marzo, dijo que los terroristas «golpearon en el país más estéril de la tierra para sus ambiciones y a los ciudadanos más vacunados en el mundo contra sus métodos».

El único efecto que atribuyó a sus bombas fue «sobre la carne y el acero», no sobre la libertad y el espíritu de los españoles, en referencia a las elecciones del 14 de marzo. «Conociendo a nuestro pueblo, es inconcebible que alguien pueda imaginar que los ciudadanos se plegaron a las supuestas intenciones de los terroristas», añadió Zapatero, quien dijo que «es posible que, en otras latitudes, opiniones públicas poco informadas puedan creerlo, pero es imposible que, de buena fe, un español pueda sostener esos argumentos». Para Zapatero, «es brutal e inaceptable» añadir a la humillación de haber sido burlados en la seguridad y al dolor de las muertes, «la infamia de calificar de cobarde a un pueblo valiente».

Al hilo de ello, planteó una pregunta sobre «quiénes han ido con el cuento de nuestra cobardía y docilidad a los gobernantes y opiniones públicas de otros países» y, frente a ello, destacó el ejemplo dado por los españoles, quienes aseguró que no se amedrentaron y salieron sin miedo a la calle a manifestarse. Por ello, calificó de «indecente» la versión de que los españoles se acobardaron ante el terrorismo y pidió que nadie tergiverse la Historia ni ofenda con «insidias e insinuaciones».

Zapatero subrayó que su objetivo es que se conozca toda la verdad de lo sucedido, «la verdad de los hechos, no de las opiniones», e intentar evitar nuevos atentados, y destacó su idea de que la lucha antiterrorista debe ser la prioridad absoluta de toda acción de Gobierno. Por ello, explicó que propuso el Pacto Antiterrorista, del que destacó su utilidad, y su deseo de que las fuerzas políticas no integradas pero comprometidas contra el terrorismo en él reciban información de la lucha contra esa lacra. El presidente del Gobierno subrayó que todas las fuentes de la investigación sobre el 11-M, a las que elogió por su labor, demuestran que «la preparación, la autoría y la responsabilidad de los atentados corresponden en exclusiva al terrorismo internacional de tipo islamista radical».

Esa cree que es la conclusión «cierta y segura» de las investigaciones de la Audiencia Nacional, las Fuerzas de Seguridad del Estado, las instituciones penitenciarias y los servicios de información, así como de los países que están colaborando con España en la investigación, entre los que destacó especialmente a Marruecos. «El atentado del 11-M fue ideado, planificado y cometido por el mismo terrorismo asesino que ideó, planificó y cometió los atentados del 11 de septiembre de 2001 (en Nueva York), del 12 de octubre de 2002 en Bali que costó 180 muertos, del 16 de mayo de 2003 contra la Casa de España en Casablanca y del 15 de noviembre de 2003 en Estambul que costó 32 muertos», aseguró Zapatero. El jefe del Ejecutivo anunció un paquete de medidas para mejorar la lucha contra el terrorismo y, en ese contexto, anunció la reforma de la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de 1986 con la finalidad de «adaptarla a los tiempos actuales» y mejorar su «operatividad».

Las iniciativas que expuso pretenden hacer frente a la desprotección ante la amenaza del terrorismo islamista, que consideró que había sido «subestimada» y ante la que cree que España está hoy mejor preparada. El presidente del Gobierno destacó que un instrumento «imprescindible es la unidad de los ciudadanos libres, de los partidos y fuerzas políticas, organizaciones sociales y todas las instituciones».

En consecuencia, propuso a todas las fuerzas parlamentarias un pacto de Estado contra el terrorismo internacional que sirva de «catalizador y modelo» para la comunidad internacional y, en especial para la UE. Por ello, anunció que planteará un pacto de estas características en el Consejo Europeo que esta semana reunirá en Bruselas a los jefes de Estado o de Gobierno de los Veinticinco. El jefe del Ejecutivo señaló que los españoles llevan treinta años sufriendo el mismo dolor procedente «de otras manos» (en alusión a ETA) y han aprendido a resistir, mientras que los terroristas han aprendido que sus acciones son inútiles.

Tras afirmar que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad están realizando la investigación con eficacia, «al margen de contadas excepciones», Zapatero recordó algunas de las medidas tomadas hasta el momento desde el Ejecutivo, como la de aumentar en 150 agentes en Policía Nacional y otros tantos en Guardia Civil así como en el CNI para la lucha contra dicho terrorismo internacional, además de contratar 40 nuevos traductores, algo que señaló se quiere ampliar en cifras similares el año que viene. Asimismo, señaló que de cara al futuro está prevista la formación de 1.600 agentes de la Guardia Civil para hacer frente a la amenaza nuclear, química y bacteriológica.

También recordó la puesta en marcha de un Centro Nacional de Coordinación antiterrorista para atajar la descoordinación entre fuerzas policiales, y la idea de creación de una Base de Datos común y de acceso compartido entre las citadas fuerzas policiales. Señaló, además, que se investigará con más eficacia lo relativo al blanqueo de dinero para la financiación de actividades terroristas, y que se han tomado y seguirán tomando iniciativas en materia de tenencia y uso de explosivos, con la revisión del Código Penal en ese aspecto según lo aprobado en un Consejo de Ministros de hace semanas.

Añadió que esa reforma no será la única relevante, dado que también está previsto en esta legislatura la modificación de la Ley orgánica de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para adaptar la legislación «a los tiempos» actuales y «asegurar la coordinación» entre los mismos. Entre los datos aportados por Zapatero de las investigaciones policiales y de servicios de información como el CNI figura el de 280 teléfonos marroquíes y 363 españoles identificados como contactados por personas relacionadas con los atentados del 11 de marzo.
Fecha:2004-12-13
Fuente:© LA RAZÓN DIGITAL (www.larazon.es)
Datación:Madrid

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